Con el fin de ampliar el horizonte legal hacia todos los involucrados en un hecho delictivo, esto es víctimas y victimarios, un delito debe ser investigado desde todos los puntos de vista, desde todas las miradas con empatía y respeto y más aún cuando lo que está en juego es la continuidad de una familia. Se conoce como violencia familiar a todo acto violento o amenaza de violencia que ocurra en el seno de la familia o en las relaciones entre los miembros de ella. Hay decenas de ejemplos: peleas físicas entre familiares, relaciones sexuales forzadas en una pareja, maltratos psicológicos y físicos, por nombrar solo algunos. En Florida se toman muy en serio los casos de violencia familiar a tal punto que, por tratarse de víctimas que son miembros de la familia, los condenados llegan a recibir penas más altas o severas que si hubieran ejercido violencia contra cualquier otra persona fuera del núcleo familiar. La sociedad en general vive en un mundo de estrés permanente y con el ajetreo diario es común que en la familia se desaten discusiones. El problema aparece cuando la violencia se apodera de la situación y se pierde el control. También es cierto (y más común de lo que se piensa) que existen casos de acusaciones de violencia familiar que son falsas y que son producto de una venganza por infidelidades o indiferencia por parte de alguno de los miembros de la pareja. En más de una oportunidad la policía recibe una denuncia por violencia familiar que nunca se dio. Existe tanta presión social con respecto a este tema que genera la necesidad de buscar un culpable. La víctima se percibe tan vulnerable que la policía se ve en la obligación de acusar a alguien por el hecho. Cada caso de violencia familiar presenta cargos diferentes que varían según las circunstancias sociales, emocionales, familiares y personales de cada cliente. Entre ellos podemos mencionar la custodia de menores, infidelidad, divorcio, consumo de drogas, problemas mentales, entre otros. Todas estas variables pueden terminar en violencia familiar legítima o falsa, como bien ya hemos explicado. Una vez más recalcamos la importancia de contratar un abogado penalista competente y experimentado. La acusación puede ser engañosa y presentar matices como haber actuado en defensa propia o de un tercero o alegar que el daño fue mínimo y que no se puede considerar delito. Y es el abogado el encargado de determinar la estrategia a seguir. Esta presión social tiende a presentar al acusado como culpable absoluto que no merece ni siquiera un juicio. Es por esto que nuestro consejo es siempre buscar apoyo legal de la mano de un profesional. En Florida, la ley establece una división de los delitos: los graves y los leves. Los primeros, es decir aquellos crímenes o delitos severos pueden ser condenados con pena de muerte o prisión en cárcel estatal. Existen delitos de primer, segundo y tercer grado. Las contravenciones leves, en cambio pueden tener hasta un año de prisión. Como ya hemos visto, en Florida se aplica la pena de muerte para delitos graves como por ejemplo un homicidio en primer grado. En otros casos, los delitos de primer grado tienen una condena de hasta 30 años o una multa económica. Ejemplo de este delito es agresión agravada que cause un gran daño físico de manera intencional a un policía mientras este se encuentra en el ejercicio de sus funciones. Los delitos de segundo grado, como vender marihuana a un menor, pueden terminar en una condena de hasta 15 años de cárcel y una multa. Los de tercer grado son considerados los menos graves y quienes son encontrados culpables sufren una condena de hasta cinco años tras las rejas y multa económica. Los reincidentes pueden tener condenas más largas, según las normas de este estado. Ser declarado culpable de un delito (cualquiera fuere el grado o tipo) puede tener consecuencias muy serias. No estamos hablando solo de ir a prisión y pasar un tiempo encerrado. Eso trae consecuencias negativas a la hora de reinsertarse en la sociedad. Si una persona tiene delitos en su haber y figura en los registros penales le será más difícil conseguir un trabajo, aplicar para beneficios estatales, acceder a la educación, votar, portar una arma, llevar el estigma del ex convicto, entre otras actividades que hacen a la vida en sociedad. Después de este breve resumen sobre los tipos de delitos en Florida y las consecuencias que traen, queda más que claro que si una persona se encuentra envuelta en una de las situaciones mencionadas, lo más sensato es contratar un abogado penalista calificado y preparado para la defensa. La ley no negocia y no da treguas, salvo que un abogado lo solicite. Una estrategia de defensa que esté bien planificada y meditada puede evitar que una persona arruine su vida y quede presa del sistema penal de por vida. Y con esto no nos referimos a la cárcel solamente sino a toda la pesada carga social que viene después que uno cumple la condena y sale a la vida otra vez.
Los cargos y penas que se pueden enfrentar en Florida al ser acusados de un delito relacionado con las drogas varían según dos parámetros: la cantidad de la sustancia encontrada y si se es reincidente o no. Por ejemplo, tener una pequeña cantidad de marihuana es considerada una falta menor, pero todos los otros cargos que mencionamos son tomados como delitos graves que pueden dar penas de hasta 30 años de cárcel a quien los cometa. ¿Qué hacer en el caso de estar en envuelto en este tipo de delitos? Lo primero es recurrir a un abogado de experiencia comprobable a través de testimonios, por ejemplo; de trayectoria reconocida y de estrategias infalibles que eviten el peor de los escenarios a la hora de llevar a cabo la defensa. Siento decirlo, pero los abogados asignados por el estado están sobrepasados de trabajo y dedicarse a un solo cliente suele ser imposible. En cambio, los abogados contratados de manera privada son la mejor opción si se quiere evitar las consecuencias negativas que conlleva pasar un tiempo en la prisión. En una primera instancia, los abogados debemos estar seguros de que ninguno de los derechos constitucionales del presunto culpable hayan sido violados. Luego evaluamos si se pueden retirar los cargos. En caso de no ser posible, negociamos la reducción de los mismos o una fianza. Defendemos la integridad y el futuro del acusado en caso de llegar a juicio. Estamos preparados para enfrentar la justicia en nombre de quien nos elija para transitar este arduo pero inevitable proceso.
Un informe presentado por la cadena de noticias CNN, estima que si los presos de Estados Unidos conformaran la población de una ciudad, esta estaría en el ranking de las 10 urbes más grandes del país. Hay más personas tras las rejas que habitantes en ciudades como Dallas o Filadelfia. Cerca de dos millones y medio de reclusos ocupan las cárceles de los Estados Unidos. Si bien las estadísticas hablan por sí solas sobre la importancia del abogado penalista en este país, es bueno saber un poco más acerca de los defensores criminalistas. En el estado de Florida, los infractores sin antecedentes penales que no tengan un pasado criminal pueden obtener una sentencia en suspenso, libertad condicional y multas. Es decir que no tienen que ir a la cárcel siempre y cuando cumplan con las condiciones fijadas por la probación y paguen las multas o fianzas según cada caso en particular. De todas formas, cualquiera sea la resolución, la presencia del abogado penalista es fundamental para negociar los términos y condiciones de esas alternativas. ¿Qué hago yo, Dennis Gonzalez Jr., como abogado penalista? Primero mantengo una reunión con mi cliente. Allí recaudo toda la información posible para actuar rápidamente en favor de quien me ha contratado y confiado su caso en mí. Luego realizo un análisis exhaustivo de todos los datos para evaluar las fortalezas y debilidades de la situación de mi cliente. Después comienzo la investigación propiamente dicha: entrevisto testigos, recorro lugares de los hechos, junto evidencia, etc. Mantengo conversaciones y reuniones con miembros de la fiscalía. En caso de un juicio, hablo en plena defensa de mi cliente, haciendo propios los sentimientos y expectativas de mis representado. Preparo la mejor estrategia de defensa para convencer al jurado de la veracidad de mi alegato. Pero lo más importante es que siempre estoy en permanente contacto con mis clientes. Nunca lo dejo solo, soy su consejero, su persona de confianza, en quien deposita su futuro y la persona indicada para ayudarlo a salir de esa situación desafortunada.
Detrás de los números y las estadísticas hay seres humanos que necesitan quien los represente. Y ese es mi lugar, a la par de mis clientes. Mi equipo de trabajo y yo resolvemos casos de tráfico y posesión drogas y delitos en general relacionados con estupefacientes, robos, delitos sexuales, violencia familiar, fraude, crimen organizado, entre otros. |
Dennis Gonzalez Jr.
Miami Criminal Defense Attorney Archives
August 2024
Categories
All
|